Una de las preguntas que aparecían recientemente en una noticia publicada en nuestro Twitter era: ¿Se puede aprender a escribir? O dicho de otra manera: ¿se puede enseñar a ser escritor? Muchos opinarán que saber escribir (y hacerlo bien, claro) es un don, pero otros tantos pensarán que es cuestión de práctica, de pulir la técnica y de leer mucho. Para “arrojar luz” a esta cuestión y a muchas otras, hemos decidido hablar con Nella Escala, la coordinadora de Laboratorio de Escritura en Barcelona, una escuela que tiene como objetivo estimular la creatividad literaria. Pero, dejemos que nos lo cuente ella…
¿Qué es Laboratorio de Escritura, cuál es vuestra trayectoria y quién hay detrás de este proyecto?
El Laboratorio de Escritura es una escuela creativa orientada a introducir a los escritores principiantes en el proceso creativo y mejorar la creación literaria. Realizamos talleres, actividades culturales, encuentros literarios, y llevamos a cabo proyectos de investigación vinculados a la escritura creativa. Todo esto comenzó a mediados de 2008 en Barcelona, por una iniciativa de Leonardo Valencia y Nella Escala, que junto con un grupo de escritores, fotógrafos e ilustradores dieron vida y forma a este proyecto.
¿Qué ofrecéis en Laboratorio de Escritura?
Más allá de los cursos puntuales (presenciales y virtuales), el concepto del Laboratorio es ofrecer un espacio de encuentro para estimular la creatividad. Nuestro punto fuerte son los cursos de escritura creativa en distintas modalidades, principalmente escritura de ficción breve y novela, pero también poesía y otras variantes narrativas como el cuento ilustrado o la fotografía narrativa, además de cursos de estilo literario, de literatura infantil o escritura terapéutica. Esto se complementa también con talleres intensivos de fin de semana y una serie de actividades culturales con escritores de novela, cuentistas, poetas e ilustradores, que van desde conferencias, tertulias, performances y recitales de poesía.
¿Quién acude a vuestro centro, qué perfiles tienen vuestros “alumnos/escritores”?
El perfil es muy variado, pero sobre todo es un público adulto. Es gente interesada tanto en sacar adelante proyectos concretos de libros, como personas que encuentran en la escritura en sí misma una forma de realización personal, sea para mejorar su capacidad de expresión como encontrar herramientas creativas para sus campos de trabajo. Esta diversidad los hace muy variados e interesantes. Hay por supuesto niveles avanzados, como el Programa Continuo de Narrativa o los cursos de novela que se centra de manera concreta en proyectos específicos.
Realmente, ¿se puede enseñar a escribir?
Se puede ayudar a escribir mejor, sin duda. Pero todo depende de la constancia y tenacidad de cada alumno, y de la proyección de sus deseos creativos y de los temas que quieran abordar. Cada alumno, al ser adulto, viene con sus propias lecturas y expectativas, de manera que lo que hacemos es acompañarlos para que puedan corregir y mejorar. Pero es decisivo que cada alumno le dé continuidad a su trabajo, que sea constante. En el caso del Programa Continuo de Narrativa o el curso de Novela el alumno tiene la obligación de hacer entregas puntuales de manera que adquiera una disciplina.
¿Promovéis algún modelo de escritura o preferís dar libertad a vuestros alumnos?
No enseñamos “fórmulas de escritura” ni pretendemos tener la “regla de oro” para escribir bestsellers. Es decir, no somos prescriptivos, porque eso reduciría el perfil creativo de cada alumno. Es fundamental ser respetuoso con la expectativa de cada alumno. Eso sí, somos exigentes, en el sentido que trabajamos muy de cerca con el proyecto de cada alumno para que se exija más a sí mismo. La libertad, sin embargo, exige el dominio y el control de excesos o sobrantes que no aportan a la expresión de un texto.
¿Alguno de vuestros alumnos ha publicado un libro, cuento, reportaje, etc. después de su paso por Laboratorio de Escritura? ¿Alguna anécdota curiosa?
Varios han publicado y están por publicar. No es un proceso rápido e inmediato. Incluso muchos han terminado libros y se ha vuelto tan exigentes que han decidido continuar con otros nuevos proyectos. La clave no es el número de publicaciones sino lograr un alto grado de exigencia y de realización personal. La publicación llega tarde o temprano, pero con un escritor seguro de lo que ha escrito.
¿Creéis que es fácil ser escritor o vivir de escribir ahora mismo en España?
Siempre es difícil vivir de las publicaciones. Como todo trabajo artístico, lo principal es la vocación personal. Luego de un tiempo los libros pueden rendir no solo en sí mismos sino en la proyección del autor, participando en conferencias, colaboraciones periodísticas, la enseñanza. Quien quiera escribir por dinero debe saber que eso puede ser un azar o tener un ritmo muy elevado de publicaciones, y básicamente tener paciencia.
Por último, ¿no podéis contar alguna colaboración, evento o novedad en el futuro de Laboratorio de Escritura?
Acabamos de crear un espacio dedicado al público infantil y juvenil, en El Meu Petit Laboratori, para potenciar la creatividad de los pequeños y jóvenes creadores, y que lo iremos trabajando más para este nuevo año. También, los miércoles de cada mes planteamos una serie de espacios dedicados a realizar charlas y conferencias. Uno se llama “Las tardes del Gatopardo”, donde se conversa con un escritor destacado sobre su literatura a partir de una obra suya, ya han particiado escritores como Javier Cercas, Ginés Cutillas o Gonzalo Torné. Otro se llama “Contra/poesía”, dedicado a la lectura y el debate en torno a la poesía y su proyección cultural. Otro muy interesante, llamado “Cuentistas sin fronteras”, donde invitamos a escritores de cuento también para que lean sus textos y conversen sobre el arte narrativo. Y por último Cuaderno Ilustrado donde invitamos a ilustradores, editores y libreros para hablar sobre los cuentos y álbumes ilustrados.
Salas Ll. 